martes, 23 de agosto de 2011

ANALISIS DE LA SITUACION EN LIBIA

ANALISIS DE LA SITUACION EN LIBIA - DOSSIER
Análisis que contempla el tan poco abordado tema de la enorme cantidad de agua dulce que tiene Libia en su suelo.



Como Hitler, otro socialista, al igual que el déspota de Siria, también un país que se dice socialista, Gadafi estaba dispuesto a fusilar hasta el último de los libios antes que entregar el poder.

LO QUE DICE EL PRESIDENTE BARAK OBAMA
Lunes, 22 de Agosto de 2011

El régimen de Gadafi, pieza clave en la red terrorista mundial, está al borde de colapso, como lo anunció el Presidente Obama.

Al asaltar el poder hace cuarenta y dos años, Muamar el Gadafi declaró que Libia iba a convertirse en una nación socialista, promesa que cumplió con creces: todo se concentró en su persona, las libertades individuales fueron drásticamente limitadas, pretendió perpetuarse en el mando y pasarlo a sus hijos, saqueó la nación y acumuló una fortuna personal que, según muchos, sobrepasa los cien billones de dólares.

Nada en Libia se movía sin la autorización de Gadafi, una variante árabe del "centralismo democrático" marxista, que pretende que pueden coexistir la democracia con el poder absoluto de un individuo. Se llegó a tal nivel de enajenación que era impensable la existencia dentro del gobierno y del mismo país, de personas con brillo propio. Cuando unos estudiantes madrileños preguntaron en la embajada Libia cuáles eran las principales personalidades libias, la respuesta fue lacónica:

"Nuestro líder máximo, Muamar el Gadafi.

"¿Quién le sigue en jerarquía?

"Muamar el Gadafi.

"¿Quiénes destacan en la política libia?

"Muamar el Gadafi…"

Ad nauseam. Es seguro que al llamar a una representación cubana sobre quiénes son las principales figuras de la isla, se tendrían muy parecidas respuestas.

Como Hitler, otro socialista, al igual que el déspota de Siria, también un país que se dice socialista, Gadafi estaba dispuesto a fusilar hasta el último de los libios antes que entregar el poder. "¡Después de mí, el diluvio!"

El problema para Gadafi es que la fuerza militar que formó con africanos mercenarios, no pudo contra la oposición libia y las operaciones aéreas de la OTAN. A ello se agrega que sus dos hijos están posiblemente capturados por los rebeldes; uno de ellos, seguramente, va a enfrentar cargos de asesinato y genocidio, ya que él mismo anunció en la televisión estatal haber ordenado el exterminio de todos aquellos grupos que se levantaran contra el régimen.

¿Quién se atreve a oponerse al dueño de la verdad?

Napoleón dijo que nadie puede permanecer mucho tiempo sentado sobre bayonetas, lo que vienen haciendo prácticamente todos los regímenes del Medio Oriente, desde los árabes saudíes hasta los mulás de Irán y los dictadores del norte africano. Para sostenerse, como señalamos, la mayoría se proclama socialista y, por ende, defensores de "el pueblo", pero a ello agregan su defensa "de la verdadera fe", el Islam. Quedan bien con lo terrenal y bien con lo divino, lo que, por lo tanto, les transforma en dueños absolutos de la verdad o en posesión de la verdad absoluta.

En otros términos mancuernan la doctrina que se atribuye a Mahoma con las prédicas de Marx, lo que transforma en grave irreverencia y desacato cualquier oposición.

¿Quién es aquel que tiene la osadía de oponerse a los que son dueños de la verdad, a los poseedores de la pomada mágica?

Gadafi se hunde en un pantano de sangre, destruyendo mucho de lo que con sacrificios se pudo levantar en Libia en los cuarenta años de dictadura. Igual está sucediendo en otros países de la región, con graves consecuencias para todos y sin que se vislumbre la clase de organización social y política que va a sustituir las dictaduras que han ido cayendo. Dios quiera que sea la democracia.



martes, 9 de agosto de 2011

REUNIÓN EXTRAORDINARIA DE JEFAS Y JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO DE LA UNIÓN DE NACIONES SURAMERICANAS (UNASUR)

DECLARACIÓN DEL 28 DE JULIO: COMPROMISO DE LA UNASUR CONTRA LA DESIGUALDAD

Las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión de Naciones Suramericanas, reunidos en Lima hoy, 28 de julio de 2011, ocasión en la que celebramos el 190 Aniversario de la Proclamación de la Independencia del Perú, hecho histórico de gran significado en la gesta emancipadora de América, que vive su ciclo de consolidación de su independencia y soberanía: Recordamos que, al constituir la Unión de Naciones Suramericanas el año 2008, en Brasilia, lo hicimos convencidos de que “la integración y la unión suramericanas son necesarias para avanzar en el desarrollo sostenible y el bienestar de nuestros pueblos, así como para contribuir a resolver los problemas que afectan aún a la región, como son la pobreza, la exclusión social y la desigualdad social persistentes”.

Para ello nos propusimos construir un modelo de integración cultural, social, económica y política con prioridad en la formulación de políticas públicas dirigidas a eliminar la desigualdad socioeconómica, lograr la inclusión social y procurar la participación ciudadana, fortaleciendo la democracia, la soberanía y la independencia de los Estados. Desde entonces podemos afirmar que hemos logrado consolidar a la UNASUR como un espacio privilegiado del diálogo político regional que ha permitido la concertación y el fortalecimiento de la democracia, así como la cooperación y la integración suramericana. Igualmente, avanzamos en la construcción de nuestra institucionalidad mediante la entrada en vigor del Tratado Constitutivo el que complementamos con la suscripción del Protocolo Adicional de Compromiso con la Democracia, el pleno funcionamiento de ocho Consejos Sectoriales y el inicio de las labores de la Secretaría General. En todo este tiempo, nuestros países han avanzado en la puesta en valor de sus ingentes recursos y riquezas naturales y han sido capaces de enfrentar con éxito los efectos adversos de la crisis financiera internacional registrando, a su vez, significativas tasas de crecimiento económico y de reducción de la pobreza. Reconocemos la importancia del proceso de integración como instrumento de reducción de la pobreza y como elemento de inclusión social.

Constatamos, no obstante, que en los países de la región persisten índices de desigualdad sumamente elevados que afectan la dinámica de la reducción de la pobreza y mantienen excluidos de los beneficios de la expansión económica a segmentos de la sociedad de menores ingresos, particularmente a los más vulnerables. Por ello, asumimos como nuestra tarea más urgente el compromiso de implementar y profundizar el Plan de Acción elaborado por el Consejo de Desarrollo Social de UNASUR y establecer una Agenda de Acciones Sociales Prioritarias de la UNASUR que contribuya a reducir las asimetrías y brechas de carácter estructural de nuestra región y romper la transmisión intergeneracional de la desigualdad, tal como señalan Organizaciones Internacionales vinculadas a la temática del desarrollo. En ese sentido, saludamos y alentamos los avances del Consejo Suramericano de Desarrollo Social, en particular el Plan de Trabajo 2009-2011 y la creación de grupos de trabajo orientados a fomentar la cooperación en áreas estratégicas como la seguridad alimentaria, el combate al hambre y la protección, promoción y seguridad social.

Al mismo tiempo, y con el objetivo de consolidar esos avances y otorgar mayor prioridad al desarrollo social en el proyecto de integración suramericana, instruimos al Consejo de Desarrollo Social a estructurar y coordinar los elementos del referido Plan de Acción y de la agenda de acciones sociales prioritarias para su evaluación y posible adopción en la reunión ordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de 2012, que será realizada en el Perú. En apoyo a este mandato, acogemos positivamente la sugerencia del Gobierno del Perú de efectuar, en el segundo semestre de 2011, en la ciudad del Cusco, una reunión de alto nivel con la participación de funcionarios y reconocidos expertos de organismos regionales vinculados a políticas sociales y de desarrollo humano cuyos aportes y conclusiones serán valiosos insumos para la elaboración de la Agenda de Acciones Sociales Prioritarias que estamos empeñados en impulsar. Renovamos, nuestra plena confianza en la capacidad creadora de UNASUR para afrontar con éxito los retos del presente en la certeza de que, juntos, lograremos forjar un futuro de justicia social, equidad y bienestar para nuestros pueblos. Reafirmamos nuestra solidaridad con el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías y confiamos en su pronto restablecimiento y recuperación. Felicitamos al pueblo del Perú, por el ejemplar ejercicio de la democracia en los últimos comicios presidenciales y deseamos al Presidente Ollanta Moisés Humala Tasso todo el éxito en su gestión y le damos la bienvenida a este Consejo. Expresamos, finalmente, nuestro agradecimiento al señor Presidente de la República del Perú por la iniciativa de propiciar esta Reunión y manifestamos nuestra gratitud sincera al Gobierno y al pueblo peruanos por la cálida acogida y hospitalidad que contribuyeron al resultado exitoso de este Consejo.

Lima, 28 de julio de 2011.

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jueves, 4 de agosto de 2011

Video de la Historia del Aprismo y Victor Raul Haya de la Torre

El 2 de Agosto de 1979 parte a la eternidad Víctor Raul Haya de la Torre, quien presidiera la Constituyente que redactara la Constitución de 1979.
Dejamos aquí este vídeo sobre su historia que es parte de la historia política del Perú del siglo XX


La Historia del Aprismo

El Aprismo tiene como antecedente la reforma universitaria, que en 1918, orientó por primera vez la universidad hacia la realidad concreta y hacia el pueblo, porque hasta entonces, en sus aulas se repetían solamente las teorías y el pensamiento europeo.

La Reforma Universitaria en la que se formó el joven Haya de la Torre, unió por primera vez a los obreros y a los estudiantes que crearon las universidades populares en las fábricas, y lucharon con los trabajadores hasta conseguir la jornada de las 8 horas.

El segundo acontecimiento que influyó en el origen del APRA fue la gran Revolución Mexicana (1910) que proclamó la reforma agraria (Zapata), la independencia de la nación mexicana frente a la influencia de Estados Unidos (Pancho Villa) y la construcción de un nuevo estado capaz de orientar la riqueza de México hacia la justicia social (Constitución de 1917). Con esas dos influencias el joven Haya de la Torre creó la doctrina aprista, cuyos conceptos él continuó enriqueciendo a lo largo de su vida, de acuerdo a los cambios del mundo y de la sociedad.

Desde 1930 el aprismo participó en múltiples comicios pero en muchos otros no le fue permitido actuar. En 1931, Haya de la Torre fue victima del fraude electoral y se estableció un gobierno autoritario que un año después expulsó a los parlamentarios apristas y encarceló a Haya de la Torre originando la revolución aprista de la ciudad de Trujillo que fue aplastada por la dictadura con miles de víctimas.

Impedido Haya de la Torre de ser candidato en 1936, fue elegido con apoyo del APRA el Dr. Luis Eguiguren, pero la elección fue anulada y Haya de la Torre y el Aprismo se mantuvieron clandestinos hasta que, en 1945, con los votos apristas fue elegido José Luis Bustamante, pero tres años después un nuevo golpe de estado abrió el paso a una dictadura que duró 8 años (1948-1956) en los que Haya de la Torre permaneció asilado al interior de la Embajada de Colombia en Lima y miles de apristas partieron al destierro o llenaron las cárceles hasta que en 1956 prohibida otra vez la candidatura de haya de la torre, los votos apristas dieron la victoria a Manuel Prado, estableciéndose un sistema de convivencia democrática para reconstruir las libertades.

En 1962 Haya de la Torre triunfó en la elección pero le fue impuesto públicamente un veto militar que originó un nuevo golpe de estado, a consecuencia del cual, al año siguente (1963), se elegiría a Fernando Belaunde. Años después, en medio de la crisis generada por la devaluación de 1967 y el escándalo petrolero de la página 11, se produjo, en 1968, un golpe militar que creó el gobierno llamado revolucionario, de las fuerzas armadas, el cual proclamó que pondría en marcha las reformas que el Aprismo había propuesto desde 1930: la reforma agraria, la nacionalización petrolera en el litigioso tema de la brea y pariñas, la integración, etc. Haya de la Torre tras expresar que los militares estaban "a la búsqueda del tiempo perdido", denunció que ninguna auténtica reforma podría hacerse sin libertad, sin democracia y sin el voto popular. Pero los asesores comunistas del régimen militar afirmando que las elecciones eran sólo parte de la política tradicional impidieron que se escuchara el reclamo de Haya de la Torre y éste se orientó por 12 años a la formación de cuadros jóvenes a través de sus escuelas de dirigentes y sus coloquios, llegando a presidir, a la caida del régimen militar, una asamblea constituyente. En ella, con un gran esfuerzo de concertación de todos los sectores, se aprobó la constitución democrática de 1979, la más avanzada en principios sociales y económicos que el país ha tenido y que fue más adelante violentamente suprimida por la dictadura de Fujimori. Siendo presidente de esa asamblea, Haya de la Torre murió el 2 de agosto de 1979, a la edad de 84 años, tras una vida completamente dedicada a la causa de la justicia social y a la construcción y actualización permanente del aprismo. Tras su muerte, en las elecciones de 1980, fue elegido Fernando Belaunde, cuyo gobierno puso en marcha un programa liberal que creó desempleo y parálisis de la industria; así como un proceso inflacionario que ya en 1985 había llegado al 250% anual. En estas circunstancias y con la presencia de Alan García en la dirección del partido aprista desde 1982, el Aprismo propuso al país un programa nacionalista, democrático y popular, con el que triunfó en las elecciones de 1985, cincuenticinco años después de la creación del partido aprista y cuando muchos de los cambios propuestos desde su origen ya se habían hecho o mal hecho en el país.


lunes, 1 de agosto de 2011

Discurso del Presidente de la República Ollanta Humala Tasso ante el Congreso

Discurso del Presidente de la República del ¨Perú, Ollanta Humala Tasso, ante el Congreso de la República, el 28 de julio del 2011, en el marco de su asunción a la Primera Magistratura del Estado.

Recibo con humildad y profundo fervor patriótico el cargo de Presidente de la República.

Declaro ante el Congreso, ante los presidentes amigos aquí reunidos y ante el pueblo peruano que, fiel al mandato de las urnas y en pleno respeto al Estado de Derecho, dedicaré toda mi energía a sentar las bases para que borremos definitivamente de nuestra historia el lacerante rostro de la exclusión y la pobreza construyendo un Perú para todos, atento siempre, en los más frágiles de nuestros hermanos. Exigiré el mismo compromiso y la misma energía a todo el equipo que me acompaña en el Ejecutivo.

La democracia peruana será plena cuando la justicia y la paz social, la soberanía nacional y la seguridad de nuestras familias constituyan el zócalo de nuestra nación, cuando la igualdad sea patrimonio de todos y la exclusión social desaparezca aún en los lugares más remotos del país. Queremos que la expresión misma de “exclusión social” se borre para siempre de nuestro lenguaje y de nuestra realidad. Asumiré este reto con mi palabra y con mi vida.

Hace casi un siglo, en 1914, Víctor Andrés Belaúnde, uno de los grandes intelectuales y políticos del siglo XX, al terminar un discurso en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, lanzó a los jóvenes una proclama que era, al mismo tiempo, un grito de batalla y una demanda: ¡QUEREMOS PATRIA!

Esta proclama años después fue recogida por José Carlos Mariátegui y Víctor Raúl Haya de la Torre para convertirla en pensamiento y acción. Esa reivindicación de la patria y de la Nación ha sido, como ahora, el sueño encendido de generaciones y de pueblos.

Desde la fundación de la República, la patria constituye una aspiración al destino común, una esperanza, una promesa inacabada por la que el pueblo peruano ha estado siempre dispuesto a entregar su vida en la paz y en la guerra, para defenderla y para legarla a sus hijos con orgullo y con fe.

La patria es nuestra Historia común, es el espacio donde todos los peruanos y peruanas queremos vivir en paz y en democracia. Por ello todos nos sentimos orgullosos de nuestra bandera, símbolo de nuestras luchas y de nuestro amor a la paz.

Esta aspiración a una patria inclusiva es la que abre el camino al progreso social. Para hacerla posible nos presentamos ante el pueblo y por eso estamos aquí. Asumo este reto como un desafío y como una promesa que expreso hoy ante todos los peruanos, y especialmente ante mis hijos y ante todos los niños y niñas de este país, los que serán el Perú de mañana. Este es nuestro patrimonio más rico. Por ellos y para ellos voy a cumplir mi promesa de hacer de este país un lugar donde todos disfruten del mismo derecho a la plenitud y a la felicidad, a una vida digna y a una vejez protegida.

Peruanas y peruanos:

El cinco de junio una mayoría de ciudadanos expresó su deseo de que el crecimiento económico y la inclusión social marchen juntos para transformar nuestro país en una patria de oportunidades para todos.

El incremento desmedido de los conflictos, muchos de ellos absurdamente violentos, nos demuestran, día a día, que es urgente reparar las injusticias, corregir el rumbo y restablecer el diálogo en nuestra sociedad.

El Perú es un país plurilingüe y multicultural. Esta múltiple diversidad constituye sin duda nuestra mayor riqueza. Sin embargo, durante mucho tiempo ha existido un discurso y una práctica de la exclusión, del rechazo a la diferencia, un “tú no eres igual que yo” que cobijó la discriminación y la intolerancia. Esto resulta cuando menos extraño porque los comportamientos excluyentes provienen muchas veces de quienes elogian nuestra diversidad cultural.

Pero, precisamente esa diversidad cultural proviene de entender, que nuestra nación es un crisol de razas y tradiciones. Son ellas las que sustentan, por ejemplo, nuestra extraordinaria gastronomía, hoy admirada y reconocida en el mundo. Porque somos diferentes, pero iguales en el fondo, labramos nuestra existencia en el trabajo y en el esfuerzo cotidiano. Somos mezcla y creatividad. Somos imaginación y trabajo. Y esta diversidad, que queremos integradora y no marginadora, constituye el fundamento de nuestra riqueza.

Nuestro país trabajador, honrado y diverso, se encuentra fracturado y herido. Sufre el abandono de los políticos y de un Estado insensible, burocrático y centralista. Un Estado que le ha dado la espalda al interior del país, un Estado que sufre de “mal de altura o soroche” y que se niega a subir los andes y extenderse en nuestra amazonía. Un Estado acechado por la corrupción y el despilfarro, alejado de sus ciudadanos, incapaz de protegerlos de la violencia y la criminalidad.

Sueño con un Perú donde la vida no sea un riesgo, donde las ciudades sean espacios seguros donde el ciudadano se encuentre protegido. Para esto necesitamos más estado, más patria y que la corrupción sea sancionada.

La democracia expresó en las urnas un mandato y ese mandato debe ser honrado. Restablecer el valor de la palabra empeñada ante el pueblo constituye el eje de la recuperación de un sistema de valores éticos inherentes a la República.

Sin embargo, transformar el país no es tarea fácil. No solo porque el cambio es siempre una tarea de multitudes, sino porque también implica enfrentar y superar nuestros problemas, proponer una nueva manera de convivir. La realidad exige transformaciones para que la igualdad, la tolerancia, el reconocimiento de nuestra diversidad y un desarrollo que nos incluya a todos sea, al mismo tiempo, un acto civilizatorio y un compromiso colectivo. La realidad nos interpela diariamente y nos exige un nuevo contrato social que haga posible la convivencia armoniosa de todos los peruanos.

Evoco aquí nuevamente la figura de Haya de la Torre y su legado, plasmado singularmente en la Constitución de 1979, la ultima constitución de origen democrático, a la que muchos no la han respetado y por eso la olvidan, que constituye para mí una verdadera inspiración por su contenido nacional, democrático y de libertad.

El gran Nelson Mandela, en un célebre discurso pronunciado en el marco de la UNESCO, afirmó, con la convicción que lo caracterizaba, que la igualdad, la equidad económica y la justicia social eran la base de toda democracia. El dijo: “No hay democracia con miseria, no hay democracia con asimetrías sociales”. Y porque creo en la justicia de esta frase, yo he jurado respetar y defender la democracia. Fortalecerla en sus valores igualitarios para hacerla legítima ante el pueblo y así será.

Hoy ante ustedes ratifico este juramento. Quiero que vean en mí a un verdadero soldado de la República, a un celoso guardián del Estado de Derecho y a un defensor de los derechos humanos y de la libertad de prensa y de expresión.

El historiador Jorge Basadre afirmaba ya en 1931 que “el Perú debía terminar su proceso de formación histórica. Dentro de él, vinculado más que nunca al continente y a la humanidad, el país debe encontrar su realidad y su solución” Por eso, para buscar y encontrar una solución integradora para ese Perú, para nuestro Perú “de compartimentos estancos” que describe Basadre, proponemos una Gran Transformación, el inicio de una nueva época, que no es otra cosa que una nueva convivencia entre todos los peruanos.

Nuestra administración será un gobierno para todos.

Las características de este gobierno pueden resumirse en los siguientes términos: reforma, democracia, libertades, inclusión, redistribución, crecimiento, paz con justicia, seguridad, descentralización, transparencia, soberanía y concertación.

Nuestra voluntad no es la de copiar modelos, queremos, como Basadre que el Perú deje de ser el espacio problemático que era y sigue siendo, queremos para ello construir un camino propio, un modelo peruano de crecimiento con estabilidad, democracia e inclusión social. Tomaremos como ejemplo lo bueno de otras experiencias, pero como decía el amauta José Carlos Mariátegui, no habrá calco ni copia sino creación heroica.

El mandato al que hicimos referencia exige responsabilidad en la conservación de los valores sociales, económicos y culturales de lo realizado hasta ahora y que son un patrimonio de todos.

Por esa razón, mantendremos y consolidaremos un crecimiento sano de la economía y sus estándares macroeconómicos; respetaremos las reglas fiscales para afrontar eventuales crisis externas o desastres naturales; la construcción de las obras de infraestructura, grandes y pequeñas; los programas sociales; la promoción del turismo y de la cultura peruana y honraremos los acuerdos comerciales con países y bloques amigos.

Fomentaremos una economía nacional de mercado abierta al mundo que haga realidad nuestro compromiso de crecimiento con inclusión social y democracia.

Esto implica que el Estado sirva como promotor no solo del crecimiento, sino también del progreso social. Priorizando educación, salud y nutrición infantil, mejorando las condiciones de trabajo, particularmente los CAS y Servicios No Personales. Invirtiendo en infraestructura, en escuelas, en postas médicas, en Cunas y mejorando el salario básico.

Un Estado que utilice sus recursos para ayudar a regularizar la informalidad, que ofrezca crédito ventajoso para los pequeños y medianos empresarios y que facilite el espíritu emprendedor de los peruanos que desea abrir su negocio y prosperar.

Quiero aprovechar aquí para transmitirles que el Salario Mínimo Vital de los trabajadores sujetos al régimen laboral de la actividad privada tendrá un aumento inmediato de 75 soles a partir de agosto y de 75 soles más en 2012, para alcanzar así los 750 soles. Pero estos aumentos deben propiciar un proceso continuo de revalorización del salario básico ligado a la productividad y al crecimiento económico, relacionado con una política global de reducción de la informalidad y de preservación y fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas.

Nuestro desafío es realizar esta gran transformación de manera gradual y persistente para que no se acompañe de presiones desestabilizadoras de nuestros equilibrios presupuestarios y macroeconómicos.

Nuestro ideal de cambio no se concibe sin concertación, sin diálogo político y sin el protagonismo de la gente. Con ese propósito, instalaremos un Consejo Económico y Social, en base al actual Acuerdo Nacional cuyas políticas hemos suscrito. Este Consejo será dirigido desde la Presidencia de la República con el acompañamiento del Presidente del Consejo de Ministros, y estará integrado por empresarios, trabajadores y representantes de la sociedad civil. Se abocará a elaborar estudios para la implementación de políticas públicas del gobierno y tendrá un carácter consultivo.

Hacer de la inclusión social una prioridad exige que el conjunto de los programas sociales sean agrupados y articulados en un Ministerio de Desarrollo y de Inclusión Social, para que el desarrollo pueda llegar efectivamente a los que más lo necesitan.

El programa JUNTOS será extendido progresivamente hasta alcanzar los 800 distritos más pobres del país.

Los adultos mayores en situación de pobreza y que no reciben ningún beneficio del Estado deben recibir la solidaridad de la nación. Hogares donde a la edad avanzada se conjuga el sufrimiento de la pobreza, exigen una acción social impostergable. A esos hogares haremos llegar los 250 soles del programa PENSIÓN 65. Su implementación será inmediata y alcanzaremos los 800 distritos más pobres del país progresivamente.

El programa Cuna Más para los niños de 0 a 3 años también se aplicará gradualmente y en los 800 distritos de pobreza extrema del Perú, hoy en la base del programa Juntos. El combate a la desnutrición infantil será una prioridad, apoyado en la implementación de un programa de nutrición infantil que comprenderá desayunos y almuerzos en las escuelas.

Haremos los esfuerzos que sean necesarios para que se alcance en todo el sistema educativo la jornada de 8 horas de estudio e incentivar la cultura del deporte y la recreación, potenciando las competencias interescolares en el campo de la cultura y las disciplinas deportivas, como respuesta al alarmante dato que más de un tercio de alumnos en las grandes ciudades del Perú corren riesgo de obesidad.

Iniciaremos el programa ‘Beca 18’, que integrará los programas existentes y que permitirá que los jóvenes de bajos recursos económicos y con alto rendimiento escolar puedan continuar sus estudios de nivel superior en instituciones públicas y/o privadas, en programas universitarios o de técnicos superiores.

Reforzaremos el sistema de acreditación universitaria. Los títulos a nombre de la nación que en algunos casos prácticamente se regalan, tendrán un riguroso procedimiento nacional en salvaguarda de la calidad educativa.

En el ámbito de Salud, fortaleceremos el sistema de salud e instalaremos el Sistema de Atención Móvil de Urgencia (SAMU) con una experiencia piloto en Lima y tres capitales de departamento y la creación de un Programa de Facilitación de Acceso a Genéricos de Calidad.

Reforzaremos la atención primaria en salud en los distritos más pobres del Perú.

En los próximos 5 años construiremos hospitales en cada una de las 50 capitales de provincia donde aún faltan. Haremos así realidad nuestro compromiso de tener por lo menos un hospital en cada provincia del Perú.

Los campesinos del Perú y, en general los pobres del campo, serán objeto de prioridad. AGROBANCO captará recursos para el otorgamiento de créditos a la agricultura familiar, y estableceremos módulos de desarrollo agrario accesibles a las distintas formas de asociaciones agrarias y de productores.

El Perú establecerá una nueva relación entre el Estado y el mercado, distinta de las fracasadas recetas extremas del Estado intervencionista o del Estado mínimo y excluyente. En esa nueva relación, el Estado será un promotor de la inversión y del desarrollo, garante del ejercicio de los derechos y libertades, impulsor de las oportunidades para todos.Buena parte de los conflictos del planeta se deben a la carencia de agua. No es posible que el Perú que queremos construir no desarrolle una política de aprovechamiento soberano de los recursos naturales, una política que garantice la explotación racional y equilibrada del agua, la tierra, los bosques, la biodiversidad, el gas y los minerales. Esos recursos de todos los peruanos contribuirán a la eliminación de la pobreza y la desigualdad. Se alentará la actividad privada sobre los recursos naturales, pero estos serán explotados en condiciones de respeto a las poblaciones, a los trabajadores y al medio ambiente.

Asimismo, avanzaremos profundamente en la política de ordenamiento territorial que nos permita establecer de manera participativa el uso racional de nuestro territorio.

Las ganancias extraordinarias de las empresas mineras deben contribuir al esfuerzo nacional en pro del combate contra la pobreza. Los contratos serán respetados y la negociación permitirá, no lo dudo, y repito no lo dudo, que esta significativa contribución beneficie a todo el país. Mi determinación es muy clara, tengo la voluntad y la convicción para alcanzar este objetivo. En ello va mi palabra y mi compromiso con el pueblo peruano.

El gas del Lote 88 de Camisea, será orientado prioritariamente hacia el consumo interno.

Ejecutaremos una política de masificación del consumo del gas natural para llevarlo a los hogares. En 5 años la ciudad de Lima podría contar con aproximadamente 400.000 conexiones.

Con la garantía de cumplir con la legislación vigente que establece la obligatoriedad del abastecimiento del mercado interno, implementaremos acciones para que se reduzca significativamente el precio del balón de GLP, lo que repercutirá favorablemente en la economía de la mayoría de la población peruana, sin introducir distorsiones en el mercado, ni fomentar el contrabando. Asimismo, masificaremos el uso del GNV como combustible barato y accesible a todos.

Insistiremos en la diversificación de la matriz energética a favor del gas y las energías renovables e impulsaremos el desarrollo de la industria petroquímica. En esa medida fortaleceremos la regulación y el acceso competitivo a las fuentes de energía para el transporte, evitando los sobreprecios.

Promoveremos la construcción de hidroeléctricas, fortaleciendo Electroperú y a las empresas eléctricas estatales regionales, y promoviendo las privadas, en un adecuado balance que otorgue prioridad a la demanda nacional. El Estado evaluará la participación de Electroperú en los nuevos acuerdos de inversión.

Reconstruiremos una verdadera Marina Mercante del Perú para ejecutar lo que dispone la Ley de Reactivación y Promoción de la Marina Mercante Nacional. Fortaleceremos el SIMA y ENAPU como empresas eficientes y buscaremos que la construcción de más aeropuertos se oriente también hacia el fomento el turismo.

Tomaremos las medidas necesarias para que el Perú tenga su línea aérea de bandera y que el mercado aéreo comercial sea más abierto y de mayor competencia, sobre todo para abaratar y ampliar la comunicación al interior del país.

En el campo de la infraestructura, se proseguirá con la ejecución de obras viales como los proyectos IIRSA Interoceánica del Sur, Interoceánica del Norte, los programas Costa-Sierra y apoyaremos la elaboración y construcción de proyectos ferroviarios.

El gobierno nacional será el principal aliado de los gobiernos regionales y locales. Una de nuestras primeras medidas será la instalación de un mecanismo de relación fluida del gobierno con los presidentes regionales, incluyendo el reconocimiento de la Asamblea de Gobiernos Regionales.

Para la ejecución de las políticas públicas nacionales, el gobierno realizará reuniones descentralizadas buscando el diálogo con las autoridades regionales, alcaldes y representantes de la sociedad. Los compromisos de mutua obligación serán objeto de seguimiento desde el gobierno.

Consolidaremos el proceso del presupuesto participativo. Fomentaremos la vigencia de los Consejos de Concertación Local y Regional ahora debilitados y en algunos casos hostigados, como expresión de un enfoque de gestión compartida.

En el caso concreto de Lima, que ha crecido de forma desordenada y caótica, daremos continuidad a la inversión en transporte público en la ciudad.

Anuncio que, en el plazo de dos meses, se iniciará una nueva etapa en la reconstrucción de los pueblos del sur afectados por el terremoto del año 2007, lo que se realizará con el concurso de los batallones de ingeniería de las FFAA.

El gobierno hace eco de la alerta mundial sobre cambio climático y se compromete a fortalecer la regulación y dedicarse con seriedad a las labores de preservación de nuestra biodiversidad, del recurso hídrico y de los glaciares. Será una prioridad para nosotros la prevención de desastres.

El gobierno siente que uno de los graves problemas que provoca temor y frustración en las personas es el de la inseguridad. Se arrastran en ello 30 años de fracasos y muy pocos éxitos y los que sufren las consecuencias de la violencia del crimen organizado, el narcotráfico y el pandillaje son los más pobres. Queremos cambiar esa historia de ausencia de liderazgo político y la carencia de una política de estado eficaz en esta materia.

Es necesario desterrar la idea de que la inseguridad es un problema exclusivo de la policía. Por eso anuncio que así como el Presidente de la República preside el Consejo de Defensa Nacional, presidiré también un Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Política de lucha contra la Criminalidad para darle un carácter multisectorial.

Realizando un esfuerzo financiero del Estado, iniciaremos un proceso gradual de eliminación del sistema 1 x 1 en el servicio policial. Incrementaremos los salarios de la policía en el marco de un sistema más amplio que incluya la reforma de remuneraciones de la PNP. Activaremos un Servicio Policial Voluntario, equiparemos y conectaremos a las comisarías a la red digital, estableceremos penales fuera de Lima y de las principales zonas urbanas del país implementaremos el trabajo físico para condenados por graves delitos. Disuadiremos con penas más altas el uso de armas de fuego en la comisión de delitos de cualquier índole. En mi gobierno no habrá perdón para violadores, ni para ningún delito cometido contra un niño o una niña. Combatiremos el feminicidio y propondremos una revisión de la legislación vigente.

Ejecutaremos una política contra las drogas que consolide el modelo peruano de desarrollo alternativo integral y sostenible para convertir a los productores, hoy ilegales, en agentes de una economía legal. No seremos indiferentes frente al incremento alarmante de drogas entre los adolescentes y jóvenes. Respetaremos el debate que en torno a este tema se ha abierto en estos años, dentro y fuera del país, pero nosotros no legalizaremos ninguna droga ni tampoco los cultivos ilícitos y por el contrario los vamos a combatir.

Nuestra política antidroga será soberana y reclamará que se haga realidad la responsabilidad compartida con los países consumidores. Seremos inflexibles en el control de los insumos químicos y el combate a las bandas de narcotraficantes.

Reduciremos la superficie ilegal de sembríos de coca, no permitiremos la extensión de cultivos ilegales, menos aún en parques nacionales y zonas ecológicas. Al mismo tiempo, el Perú podrá tomar la iniciativa de una Cumbre Presidencial Regional Antidrogas con la participación de los países productores y consumidores, a cuyos presidentes he percibido muy preocupados con este tema.

La corrupción es para nosotros un elemento que debilita al Estado y afecta su desarrollo. Es, por lo tanto, un problema de seguridad. En tal sentido, defiendo la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción en agravio del Estado y la inhabilitación a perpetuidad contra sus autores o cómplices para el ejercicio futuro de cualquier función pública; propongo la supresión de las penas condicionales en las condenas por corrupción para que la prisión se cumpla de manera efectiva; y defiendo la eliminación de los beneficios penitenciarios en los casos de corrupción.

Debemos poner fin a las secuelas de la violencia terrorista que vivimos y cumplir con las reparaciones individuales y colectivas. Es necesario que las víctimas y deudos rehagan sus vidas personales y familiares, que miren con otros ojos su futuro porque viven en una patria que los incluye y que los reconoce como peruanos.

En cuanto a la Defensa nacional, en primer lugar queremos recuperar la moral de nuestras Fuerzas Armadas y equiparlas de forma adecuada. Se reformará el sistema remunerativo de las FFAA buscando cerrar la brecha salarial que existe entre los distintos grados. Esto se hará salvaguardando la obligación que tiene el Estado de honrar el pago de pensiones, que es un derecho fundamental consagrado.

Mantendremos la pensión renovable y realizaremos ajustes salariales graduales. Nuestra primera inversión militar será en el soldado. Fortaleceremos el Servicio Militar con incentivos, mejorando el pago a los conscriptos e instalando un Instituto Tecnológico de las FFAA para la enseñanza de especialidades a quienes egresan del Servicio Militar.

Ratifico mi compromiso de desarrollar una política exterior multilateral de cara a nuestra región que tanto ha cambiado en la última década. La integración en el marco de UNASUR y la Comunidad Andina de Naciones será la línea principal de acción.

La solución pacífica de los litigios internacionales es la filosofía que me inspira y particularmente en relación a nuestros diferendos con Chile. Seguros de los fundamentos de nuestra causa que defiendo ardientemente, afirmo que acataremos el fallo del tribunal de La Haya en nuestro reclamo sobre la frontera marítima y estoy convencido que Chile hará lo mismo.

Vivimos en un mundo que cambia día a día y donde emergen nuevos poderes regionales. Las condiciones están dadas para llevar adelante una fructífera integración en la región. No deseamos una economía autárquica, que se mire a sí misma, aislada del proceso de globalización. Queremos, más bien, una economía integrada. Integrada, en primer lugar, con la región y, en especial, con nuestros vecinos andinos y sudamericanos.

Nuestra región es inmensa y rica en recursos pero también en historia y en culturas comunes. Yo les quiero recordar que nuestra independencia fue un proceso regional, donde todos nos hermanamos para lograr nuestra libertad y soberanía. La heroica gesta de nuestros próceres como el general don José de San Martín y el libertador Simón Bolívar, siempre conscientes de la urgencia de la unión de los pueblos de América, fueron los precursores del impulso integrador del presente.”Seguramente, escribía Bolívar, la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración”. Este es aún objetivo pendiente para todos los pueblos de América.

El gobierno se propone reconocer y reivindicar a los 3 millones de peruanos migrantes. Para empezar, mejoraremos la defensa consular de los peruanos en el exterior y rebajaremos el costo de las remesas mediante convenios que realizará el Banco de la Nación. Deseamos que quien desea regresar lo haga y para ello fomentaremos que sea sujeto de crédito.

Los detalles de estas políticas aquí señaladas serán presentadas por la presidencia de Consejo de Ministros, como corresponde, ante el parlamento.

De la tradición militar que no olvido y llevaré en el corazón hasta la muerte conservo orgulloso la tenacidad, la austeridad y el amor por el Perú y sus intereses. En esa tradición, a diferencia de lo que piensan algunos, se sabe mandar pero también obedecer, hay jerarquía pero también fraternidad, hay disciplina pero también intercambio de opiniones.

Esa tradición se funde con el espíritu generoso del Perú, lejano al odio. No vengo en son de guerra sino en son de paz, sin venganza y sin rencor. Yo, que he sido acusado casi de todo, he aprendido a perdonar hace muchos años, antes incluso de hacer política.

Por eso, a los que aún persisten en el encono les pido que bajen sus espadas y sus lanzas.

A los que demandan salarios y derechos les digo que no bajen sus banderas pero que sepan que todo cambio, para ser sostenible, debe ser gradual y racional.

A mis partidarios les pido consecuencia, lealtad, sacrificio, inteligencia y honradez.

A la oposición la llamo a la responsabilidad. Le pido vigilancia y que, desde su posición, respete también el mandato de las urnas, su mandato y el nuestro.

Al terminar reitero que solo soy un soldado de la democracia.

Hay patria para todos

Viva el Perú!