Los analistas han resaltado el "divorcio" entre Lima y el resto del país -a excepción del extremo norte, subrayando que los frutos del crecimiento económico han sido percibidos por la población urbana y costeña, pero no así por el interior rural y todas las regiones del centro-sur y la Amazonía peruana.
El nacionalista Ollanta Humala, virtual presidente electo de Perú, se impuso en 19 de las 25 regiones del país en las elecciones del pasado domingo, según el último reporte oficial ofrecido este martes por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Con 95,17% de los votos escrutados, la coalición de Humala, Gana Perú, ha obtenido 51,6% de la votación nacional, mientras que el partido Fuerza 2011, de la candidata Keiko Fujimori, se hizo con 48,39% de los apoyos.
Esta diferencia de 3,21% se explica por la victoria en 19 de las 25 regiones del país, que se volcaron mayoritariamente en apoyo a Humala, sobre todo en la zona sur, donde el nacionalista obtuvo cifras contundentes y demostró claramente las diferencias que existen entre las provincias del interior en relación a Lima y las regiones del norte costeño.
Entre los casos más notorios estuvieron Puno, donde obtuvo 77,99 % (frente a 22,09% de Fujimori); Tacna, con 73,42%; Arequipa, con 65,91%; y Cuzco, con 77,33%.
Estas tres regiones tienen, por tradición, una tendencia nacionalista e inclinada hacia la izquierda del espectro político, además de mostrar grandes sectores sociales empobrecidos, a los que no ha llegado el notorio desarrollo de los principales núcleos urbanos y donde son frecuentes las protestas sociales.
Similar situación se aprecia en otras regiones como Ayacucho, donde Humala obtuvo 72,10% de los votos; Huancavelica, con 72,24%; Huánuco, con 63,71%; y en regiones de la Amazonía, como Madre de Dios, con 66,26%, o Loreto, con 56,72%, zonas todas ellas consideradas entre las más marginadas del país.
Keiko Fujimori, por su parte, logró imponerse en cuatro regiones del norte del país, como Tumbes, con un 54,17%, o Piura, con 52,33%, así como en Lambayeque y La Libertad, que han sido notoriamente beneficiadas con la aplicación del modelo económico durante la gestión del presidente Alan García.
Sin embargo, el gran caudal electoral de Fujimori estuvo en la región de Lima y su vecina de Callao, que representa más de un cuarto del electorado nacional y donde Keiko obtuvo en ambos casos apoyos en torno a un 57%, la más alta del país.
Los analistas han resaltado el "divorcio" entre Lima y el resto del país -a excepción del extremo norte-, subrayando que los frutos del crecimiento económico han sido percibidos por la población urbana y costeña, pero no así por el interior rural y todas las regiones del centro-sur y la Amazonía peruana.
La ventaja de Humala, que era menor a un punto cuando se emitió el primer reporte de la ONPE la noche del pasado domingo, ha ido incrementándose con el recuento de las actas electorales de las regiones más alejadas de Perú.
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