Análisis que contempla el tan poco abordado tema de la enorme cantidad de agua dulce que tiene Libia en su suelo.
Como Hitler, otro socialista, al igual que el déspota de Siria, también un país que se dice socialista, Gadafi estaba dispuesto a fusilar hasta el último de los libios antes que entregar el poder.
El régimen de Gadafi, pieza clave en la red terrorista mundial, está al borde de colapso, como lo anunció el Presidente Obama.
Al asaltar el poder hace cuarenta y dos años, Muamar el Gadafi declaró que Libia iba a convertirse en una nación socialista, promesa que cumplió con creces: todo se concentró en su persona, las libertades individuales fueron drásticamente limitadas, pretendió perpetuarse en el mando y pasarlo a sus hijos, saqueó la nación y acumuló una fortuna personal que, según muchos, sobrepasa los cien billones de dólares.
Nada en Libia se movía sin la autorización de Gadafi, una variante árabe del "centralismo democrático" marxista, que pretende que pueden coexistir la democracia con el poder absoluto de un individuo. Se llegó a tal nivel de enajenación que era impensable la existencia dentro del gobierno y del mismo país, de personas con brillo propio. Cuando unos estudiantes madrileños preguntaron en la embajada Libia cuáles eran las principales personalidades libias, la respuesta fue lacónica:
"Nuestro líder máximo, Muamar el Gadafi.
"¿Quién le sigue en jerarquía?
"Muamar el Gadafi.
"¿Quiénes destacan en la política libia?
"Muamar el Gadafi…"
Ad nauseam. Es seguro que al llamar a una representación cubana sobre quiénes son las principales figuras de la isla, se tendrían muy parecidas respuestas.
Como Hitler, otro socialista, al igual que el déspota de Siria, también un país que se dice socialista, Gadafi estaba dispuesto a fusilar hasta el último de los libios antes que entregar el poder. "¡Después de mí, el diluvio!"
El problema para Gadafi es que la fuerza militar que formó con africanos mercenarios, no pudo contra la oposición libia y las operaciones aéreas de la OTAN. A ello se agrega que sus dos hijos están posiblemente capturados por los rebeldes; uno de ellos, seguramente, va a enfrentar cargos de asesinato y genocidio, ya que él mismo anunció en la televisión estatal haber ordenado el exterminio de todos aquellos grupos que se levantaran contra el régimen.
¿Quién se atreve a oponerse al dueño de la verdad?
Napoleón dijo que nadie puede permanecer mucho tiempo sentado sobre bayonetas, lo que vienen haciendo prácticamente todos los regímenes del Medio Oriente, desde los árabes saudíes hasta los mulás de Irán y los dictadores del norte africano. Para sostenerse, como señalamos, la mayoría se proclama socialista y, por ende, defensores de "el pueblo", pero a ello agregan su defensa "de la verdadera fe", el Islam. Quedan bien con lo terrenal y bien con lo divino, lo que, por lo tanto, les transforma en dueños absolutos de la verdad o en posesión de la verdad absoluta.
En otros términos mancuernan la doctrina que se atribuye a Mahoma con las prédicas de Marx, lo que transforma en grave irreverencia y desacato cualquier oposición.
¿Quién es aquel que tiene la osadía de oponerse a los que son dueños de la verdad, a los poseedores de la pomada mágica?
Gadafi se hunde en un pantano de sangre, destruyendo mucho de lo que con sacrificios se pudo levantar en Libia en los cuarenta años de dictadura. Igual está sucediendo en otros países de la región, con graves consecuencias para todos y sin que se vislumbre la clase de organización social y política que va a sustituir las dictaduras que han ido cayendo. Dios quiera que sea la democracia.
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