domingo, 21 de octubre de 2012

Obama y Romney se dieron de alma


Los puntos más discutidos fueron el tema migratorio y la política exterior.
Hempstead, EEUU - El presidente norteamericano Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney se trenzaron con dureza este martes en el segundo debate televisado antes de las elecciones del 6 de noviembre en EEUU, con el mandatario mostrando una actitud más combativa que en el primer round de hace dos semanas.
El presupuesto, los impuestos, la política energética, la inmigración, Libia, las relaciones con China fueron algunos de los temas en los que los candidatos intentaron hacer valer sus argumentos, incluso interrumpiéndose varias veces, dijo AFP.
En este juego, Obama, decidido a ganar este enfrentamiento para recuperar la ventaja sobre su adversario tras una mediocre presentación en el primer debate el 3 de octubre, asestó buenos golpes, entre ellos mencionar en sus últimas palabras al “47%” de los estadounidenses que según su adversario tienen mentalidad de “víctimas”.
El debate en la universidad Hofstra de Hempstead, 40 km al este de Nueva York, comenzó con una pregunta de un estudiante para Romney acerca de la creación de empleo para jóvenes graduados y el peso de la deuda en las familias para pagar los estudios de sus hijos.
Desde ese mismo momento, Obama aprovechó para acusar al exgobernador de Massachusetts de querer favorecer sólo a los más ricos.
“El gobernador Romney dice que tiene un programa de cinco puntos. Su programa tiene un solo punto: asegurase que los más ricos puedan jugar con reglas diferentes”, afirmó.
La tensión aumentó cuando llegó la hora de hablar sobre política energética, marco en el cual Obama criticó a su adversario de querer dejar que las compañías petroleras “escriban la política” en el sector en Estados Unidos.
Rommey, por su parte, destacó la necesidad de que en este sector, Estados Unidos sea “independiente de países Árabes y de Venezuela”.
Otro momento importante del debate fue cuando se tocó la cuestión del ataque contra la representación diplomática de EEUU en Benghazi, Libia, el 11 de septiembre, que se saldó con la muerte del embajador y otros tres diplomáticos.
Romney intentó en ese momento presentar al presidente como débil en materia de política exterior, asegurando que la estrategia de Obama en Oriente Medio “se cae a pedazos”.
“No puede transformar la seguridad nacional en un asunto político”, respondió un enojado Obama, apuntando al candidato republicano por realizar acusaciones “ofensivas”.
Romney también sufrió un revés cuando la animadora del debate, la periodista de CNN Candy Crowley, le mencionó que había presentado de manera incorrecta lo que Obama declaró tras el ataque.
Entre los golpes asestados por el republicano estuvo el de recordar los malos resultados del presidente en materia económica, asegurando que Obama conducía a Estados Unidos “por el camino de Grecia”.
“Hemos pasado cuatro años consecutivos en los que él ha dicho (…) que reduciría el déficit a la mitad y, en lugar de ello, lo ha duplicado. Hemos pasado de una deuda nacional de 7 billones de dólares a una de 16 billones. Eso nos conduce por el camino de Grecia”, afirmó.
En inmigración, Obama y Romney también intercambiaron golpes y acusaciones sobre el modo de afrontar la cuestión.
Romney acusó a Obama de no haber presentado un proyecto de reforma migratoria durante su primer año de mandato, tal y como había prometido antes de llegar al poder.
“Cuando el presidente se presentó como candidato, dijo que presentaría en su primer año una legislación para reformar nuestro sistema migratorio. Proteger la inmigración legal, frenar la inmigración ilegal. No lo hizo”, indicó Romney.
De su lado, Obama replicó afirmando que intentó impulsar esa reforma pero que chocó con la oposición republicana en el Congreso, y aseguró que el exgobernador de Massachusetts rechazaba en las primarias republicanas el “Dream Act” para legalizar a los estudiantes indocumentados y apoyaba las duras leyes antimigratorias de Arizona.
Votantes indecisos 
Unos 80 votantes indecisos interrogaron a Obama y a Romney durante el debate, en un formato inaugurado en 1992 que permite comparar el contacto directo de cada candidato con los electores. Cada uno tuvo dos minutos para responder a las preguntas, que fueron seguidos de un minuto de “discusión”.
El debate fue moderado por la periodista de CNN Candy Crowley, quien se convirtió en la segunda mujer en dirigir un debate presidencial en EE.UU., 20 años después de Carole Simpson, quien fuera la primera en hacerlo.
(El Universal)
 Ofreciendo empleos como la multiplicación de panes, pero ¿panes con qué?
Por: Luis Aguilar, Nueva York
Cuando el presidente Obama dijo en el primer debate con Romney de que “a Estados Unidos le va mejor cuando a las clases medias les va mejor”, dijo algo muy cierto. Sin embargo, las soluciones que ambos candidatos plantean para lograrlo, no podrán hacerlo por una sencilla razón: El país ya no tiene la infraestreuctura económica para producir empleos de altos salarios que gozaba la clase media hasta hace unos años. ¿Cual es la razón?
En los últimos veinte años la economía del país ha sido desindustrializada, con las grandes corporaciones exportando millones de trabajos industriales y servicios especializados de medios y altos salarios al extranjero (precisamente, para bajar el costo de la mano de obra). En otras palabras, los trabajos y/o empleos que permitían a millones tener salarios y beneficios dignos para llevar una vida de clase media relativamente cómoda, ya no existen más. En consecuencia, como ocurre en países del Tercer Mundo, los únicos empleos que la economía del país puede producir a escala masiva son los trabajos de servicios que, en gran medida, son de bajos salarios con mínimos o ningún beneficio. Y estos son los trabajos que están prometiendo los candidatos presidenciales.
Obama habla de que en su gobierno se han creado entre 4 y 5 millones de empleos, pero la enorme mayoría de ellos, de acuerdo a las propias estadísticas oficiales, son de servicios y a tiempo parcial, obligando a muchos a tener 2 o 3 empleos para cubrir los costos de sus necesidades mínimas para sobrevivir. Romney habla de crear millones de trabajo, pero con un país desindustrializado no puede más que ofrecer los mismos tipos de trabajo que se han creado durante los años de Obama.
En consecuencia, ambos ofrecen múltiplicar los trabajos como Jesús multiplicaba los panes. Sin embargo, los panes de antes (los empleos) venían con una hamburgesa, una rodaja de queso, lechuga, tomate, y hasta papitas fritas. Los de ahora, en el mejor de los casos, vienen con una rodajita de queso, pero también hay muchos tienen que conformarse con el “pan con soledad”.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes

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