martes, 18 de agosto de 2009

El Choque de Civilizaciones y la Reconfiguración del Orden Mundial

SAMUEL P. HUNTINGTON
1. ANTECEDENTES DEL AUTOR:
Es profesor de Ciencias Políticas y director de John M. Olin Institute for Strategic Studies de la Universidad de Harvard. En 1970 fundó la revista Foreigh Policy, de la que fue coeditor hasta 1977, año en el que entró a formar parte del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, manteniéndose en ese puesto hasta 1978. Fue miembro de las siguientes instituciones: Presidential Task Force on International Development (1969 – 1970), de la Comission on the Unite States – Latin American Relations (1974 – 1976) y de la Comission on Integrated Long Term Strategy (1986 – 1988).Fue presidente del Defense And Arms Control Study Group of the Democratic Advisory Council (1974 – 1976). Es autor de los siguientes libros:

The soldier and state: The Theory and Politics of Civil – Military Relations (1957), The Common Defense: Strategy Programs in National Politics (1961), El orden político en las sociedades en cambio (1968) y La tercera ola (1991).

INFOGRAFIA : Antonio Flores Gavilán

2. DATOS DEL LIBRO: AÑO: 1997.
EDITORIAL: PAIDOS EDICIÓN: 1ra
PAÍS: ARGENTINA CANTIDAD DE PÁGINAS: 422

ÍNDICE:
Prefacio
Primera parte: UN MUNDO DE CIVILIZACIONES.
Cap 1: La nueva era en la política mundial.
Cap 2: Las civilizaciones en la historia y en la actualidad.
Cap 3: ¿Una civilización universal? Modernización y occidentalización.

Segunda parte: EL CAMBIANTE EQUILIBRIO DE LAS CIVILIZACIONES.
Cap 4: El crepúsculo de Occidente: poder, cultura e indigenización.
Cap 5: Economía, demografía y civilizaciones rivales.

Tercera parte: EL ORDEN EMERGENTE DE LAS CIVILIZACIONES.
Cap 6: La reconfiguración cultural de la política global.
Cap 7: Estados centrales, círculos concéntricos y orden civilizatorio.

Cuarta parte: CHOQUES DE CIVILIZACIONES.
Cap 8: Occidente y el resto del mundo: cuestiones intercivilizatorias.
Cap 9: La política global de las civilizaciones.
Cap 10: De las guerras de transición a las guerras de línea de fractura.
Cap 11: El dinamismo de las guerras de línea de fractura.

Quinta parte: EL FUTURO DE LAS CIVILIZACIONES.
Cap 12: Occidente, las civilizaciones y la civilización.

3. SÍNTESIS DEL TEMA ANALIZADO:
El presente libro es un informe incisivo y profético sobre las distintas formas adoptadas por la política mundial tras la caída del comunismo. Según Huntington, la fuente fundamental de conflictos en el universo posterior a la guerra fría no tiene raíces ideológicas o económicas, sino más bien culturales. “El choque de civilizaciones dominará la política a escala mundial; las líneas divisorias entre las civilizaciones serán los frentes de batalla del futuro”. A medida que la gente se vaya definiendo por su etnia o su religión, occidente se encontrará más y más enfrentado con civilizaciones no occidentales que rechazarán frontalmente sus más típicos ideales: la democracia, los derechos humanos, la libertad, la soberanía de la ley y la separación entre la Iglesia y el Estado. Así, el autor – al tiempo que presenta un futuro lleno de conflictos, gobernado por unas relaciones internacionales abiertamente “desoccidentalizadas” – acaba recomendando un más sólido conocimiento de las civilizaciones no occidentales, con el fin, paradójicamente, de potenciar al máximo la influencia occidental, ya sea a través del fortalecimiento de las relaciones entre Rusia y Japón, del aprovechamiento de las diferencias existentes entre los estados islámicos o del mantenimiento de la superioridad militar en el este y el sudeste asiáticos.

4. RESUMEN:
Primera parte: UN MUNDO DE CIVILIZACIONES.
Capítulo 1: La nueva era en la política mundial.
El mundo de la posguerra fría se caracteriza por ser multipolar y multicivilizacional. Las distinciones más importantes entre los pueblos no son ideológicas, ni políticas, ni económicas, sino son culturales.
Henry Kissinger ha expresado: “ El sistema internacional del siglo XXI incluirá al menos seis grandes potencias – EEUU, Europa, China, Japón, Rusia y, probablemente, la India – así como una multitud de países de tamaño medio y más pequeño”. Las seis grandes potencias de Kissinger pertenecen a cinco civilizaciones diferentes, y además hay importantes Estados islámicos influyentes en los asuntos mundiales. En este nuevo mundo, la política local es la política de la etnicidad; la política global es la política de las civilizaciones. La rivalidad de las superpotencias queda sustituida por el choque de civilizaciones.
Occidente es y seguirá siendo en los años venideros la civilización más poderosa. Sin embargo su poder está declinando con respecto a otras civilizaciones. El poder se está desplazando de Occidente a las civilizaciones no occidentales.

Capítulo 2: Las civilizaciones en la historia y en la actualidad.
La historia humana es la historia de las civilizaciones, las que han proporcionado a la gente sus indentificaciones más amplias.
Las principales civilizaciones contemporáneas son las siguientes:

1. China,
2. Japonesa,
3. Hindú,
4. Islámica,
5. Occidental,
6. Latinoamericana,
7. Ortodoxa
8. Africana

La religión es una característica básica de las civilizaciones. De las cinco religiones mundiales, cuatro – cristianismo, islam, hinduismo y confusionismo – se asocian con grandes civilizaciones. La quinta, el budismo, no. Durante 400 años, las relaciones entre civilizaciones consistieron en la subordinación de las demás sociedades a la civilización occidental. En el siglo XX terminó la expansión de Occidente y comenzó la rebelión contra Occidente.

Capítulo 3: ¿Una civilización universal? Modernización y occidentalización.
El concepto de civilización universal sirve para justificar la denominación cultural de otras sociedades por parte de occidente y la necesidad de que dichas sociedades imiten las prácticas e instituciones occidentales. Los no occidentales ven como occidental lo que occidente ve como universal.
La tesis que dice que la civilización moderna es la civilización occidental y que la civilización occidental es la civilización moderna, es totalmente falsa. Occidente fue Occidente mucho antes de ser moderno.
Las características propias de la sociedad occidental, durante los cientos de años que precedieron a su modernización, son las siguientes:

1. El legado clásico (la filosofía y el racionalismo griegos, el derecho romano, el latín y el cristianismo).
2. El catolicismo y el protestantismo.
3. Las lenguas europeas (pluralidad de lenguas agrupadas en románicas y germánicas).
4. Separación de la autoridad espiritual y temporal.
5. El imperio de la ley.
6. Los cuerpos representativos.
7. El individualismo.

La expansión de Occidente ha promovido tanto la modernización como la occidentalización de las sociedades no occidentales. Los líderes políticos e intelectuales de dichas sociedades han reaccionado al impacto de occidente de una de estas tres maneras, por lo menos: rechazar tanto la modernización como la occidentalización; aceptar ambas; aceptar la primera y rechazar la segunda.

Segunda parte: EL CAMBIANTE EQUILIBRIO DE LAS CIVILIZACIONES.
Capítulo 4: El crepúsculo de Occidente: poder, cultura e indigenización.
En las primeras décadas del siglo XXI Occidente seguirá siendo en conjunto la civilización más poderosa. El control de los recursos por parte de Occidente alcanzó su punto culminante en los años 20 del siglo XX y desde entonces ha ido disminuyendo de forma irregular pero significativa.
La indigenización o adopción por parte de sociedades no occidentales da acceso al poder a movimientos políticos nativistas y antioccidentales.
El renacimiento de religiones no occidentales es la manifestación más intensa de antioccidentalismo de las sociedades no occidentales. Dicho renacimiento no es rechazo de la modernidad; es rechazo de Occidente y de la cultura laica, relativista y degenerada asociada con Occidente. Es un rechazo de la llamada “occidentoxicación”.

Capítulo 5: Economía, demografía y civilizaciones rivales.
El desarrollo económico del este de Asia ha sido uno de los hechos más importantes que ha tenido lugar en el mundo en la segunda mitad del siglo XX. Ello está alterando el equilibrio de poder entre Asia y Occidente. Para los asiáticos del este, la prosperidad económica es prueba de superioridad moral. Si en algún momento la India sustituye al este asiático con un desarrollo económico más rápido, habrá triunfado la cultura hindú sobre el legado occidental británico. La afirmación cultural sigue al éxito material.
Mientras los asiáticos se muestran cada vez más seguros de sí mismos, los musulmanes vuelven hacia el islam. Este resurgimiento islámico encarna la aceptación de la modernidad y el rechazo de la cultura occidental. No es solo una religión, sino un modo de vida.
En las décadas venideras, tanto el crecimiento económico asiático como el resurgimiento islámico tendrán efectos desestabilizadores en el orden internacional, dominado por Occidente. Un poder y una cultura no occidentales preanuncia el choque de pueblos de civilizaciones no occidentales con Occidente y entre sí.

Tercera parte: EL ORDEN EMERGENTE DE LAS CIVILIZACIONES.
Capítulo 6: La reconfiguración cultural de la política global.
Afectada por la modernización la política global se está reconfigurando con criterios culturales. Los países y pueblos con culturas semejantes se están uniendo. Aquellos con culturas diferentes se están separando. Los alineamientos definidos por la ideología y las relaciones con superpotencias son reemplazadas por alineamientos según la cultura y la civilización.
Las fronteras políticas se rehacen para que coincidan con las culturales: étnicas, religiosas y civilizatorias. Las colectividades culturales están reemplazando a los bloques de la guerra fría y las líneas divisorias entre civilizaciones se están convirtiendo en las líneas centrales de conflicto en la política global.

Capítulo 7: Estados centrales, círculos concéntricos y orden civilizatorio.
En la emergente política global, las dos superpotencias de la guerra fría están siendo sustituidas por los Estados centrales de las grandes civilizaciones como principales polos de atracción y repulsión para los demás países. Estos procesos son claramente visibles en lo que respecta a las civilizaciones occidentales, ortodoxa y sínica. En estos casos, los agrupamientos por civilizaciones que están emergiendo comprenden Estados centrales, Estados miembros, poblaciones minoritarias de cultura semejante en Estados colindantes y, cosa más discutible, pueblos vecinos culturalmente distintos, a los que los Estados centrales desean dominar por razones de seguridad. En estos bloques determinados por las civilizaciones, los Estados a menudo tienden a distribuirse en círculos concéntricos en torno al Estado o Estados centrales, traduciendo de ese modo su grado de identificación con dicho bloque y su integración con él. Carente de un Estado central reconocido, el islam está intensificando su conciencia común, pero hasta ahora sólo ha desarrollado una rudimentaria política común.

Cuarta parte: CHOQUE DE CIVILIZACIONES.
Capítulo 8: Occidente y el resto del mundo.
Aunque las relaciones entre grupos de diferentes civilizaciones no sean estrechas y a menudo sean antagónicas, algunas relaciones entre civilizaciones son más propensas a los conflictos que otras. En el plano local, las líneas divisorias más violentas son las que separan al islam de sus vecinos ortodoxos, hinduistas, africanos y cristianooccidentales. En el plano universal, la división dominante es entre Occidente y el resto del mundo, y los conflictos más intensos tienen lugar entre sociedades musulmanas y asiáticas, por una parte, y Occidente, por otra.
Es probable que en el futuro los choques más peligrosos surjan de la interacción de la arrogancia occidental, la intolerancia islámica y la autoafirmación sínica.
Existen tres temas de peso en la agenda internacional que exigen a Occidente los esfuerzos:

1. Mantener su superioridad militar.
2. Promover los regímenes democráticos y respeto por los DDHH.
3. Restringir la admisión de inmigrantes y refugiados.

El cambiante equilibrio de poder entre civilizaciones hace que para Occidente sea cada vez más difícil lograr sus objetivos en estos temas.

Capítulo 9: La política global de las civilizaciones.
Los conflictos intercivilizatorios adoptan dos formas:

- Los conflictos de línea de fractura se producen entre Estados vecinos pertenecientes a civilizaciones diferentes, entre grupos de diferentes civilizaciones dentro de un Estado y entre grupos que están intentando crear nuevos Estados, a partir de las ruinas de otros viejos. Este tipo de conflictos predomina entre musulmanes y no musulmanes.

- Los conflictos de Estados Centrales se dan en el plano mundial o universal entre los grandes estados de diferentes civilizaciones. El ascenso de China es la fuente potencial de una gran guerra intercivilizatoria protagonizada por Estados centrales.

Capítulo 10: De las guerras de transición a las guerras de línea de fractura.
Los conflictos de línea de fractura son conflictos colectivos entre Estados o grupos de diferentes civilizaciones. Las características de las guerras de línea de fractura son las siguientes:

1. Son prolongados.
2. Afectan cuestiones fundamentales de poder e identidad de grupo.
3. Son difíciles de resolver mediante negociaciones y compromisos.
4. Cuando se alcanzan acuerdos no son suscriptos por todas las fracciones de los dos bandos y habitualmente no duran mucho.
5. Son intermitentes (de máxima violencia a baja intensidad).
6. El odio sólo puede extinguirse con el genocidio.
7. Producen altas cifras de muertos y refugiados.
8. Se extienden e implican a otros contendientes.
9. Se producen casi siempre entre pueblos de religiones diferentes.

Los musulmanes constituyen un quinto de la población mundial, pero en los años noventa han estado mas implicados que la gente de ninguna otra civilización en la violencia intergrupal. Ello obedece a causas históricas, demográficas y políticas.

Capítulo 11: El dinamismo de las guerras de línea de fractura.
Las guerras de línea de fractura pasan por procesos de intensificación, contención, interrupción y, raramente resolución. Una vez iniciadas tienden a seguir un modelo de acción-reacción. La violencia aumenta y se define como un “nosotros contra ellos”. La cohesión y el compromiso de grupo aumentan y los líderes apelan a lealtades étnicas y religiosas. Surge una “dinámica del odio” en el que los temores y la desconfianza se alimentan entre sí.

Capítulo 12: Occidente, las civilizaciones y la civilización.
Occidente difiere de las demás civilizaciones que han existido porque ha dejado una huella profunda en ellas. Además, inició los procesos de modernización e industrialización que se han convertido en universales y, como consecuencia de ello, sociedades de todas las demás civilizaciones han estado intentando alcanzar a Occidente en opulencia y modernidad. Sin embargo, el desarrollo de Occidente hasta hoy no se ha apartado significativamente de las leyes evolutivas comunes a las civilizaciones a lo largo de la historia. El resurgimiento islámico y el dinamismo económico de Asia demuestran que otras civilizaciones están vivas y amenazan potencialmente a Occidente. Una guerra entre Occidente y los Estados centrales de otras civilizaciones no es descartable. La cuestión central es si Occidente es capaz de detener e invertir los procesos de decadencia.
El futuro de la paz y de la civilización depende de la comprensión y cooperación entre los líderes políticos e intelectuales de las principales civilizaciones del mundo. En la época que está surgiendo, los choques de civilizaciones son la mayor amenaza para la paz mundial, y un orden internacional basado en las civilizaciones es la protección más segura contra la guerra mundial.

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